jueves, 15 de septiembre de 2011

Mejor un ¡Hola! que un ¡ Adiós!


Sufrimiento, llanto, dolor.  Por varios estados de ánimo tuve que pasar. Varias noches rogándole al cielo por tu llegada, implorando el momento de ver la luz en mi vida nuevamente. Rogando sentir un poco de amor.
Hoy mi cuerpo se estremece, salta, siente, tiembla, habla.
Siento como mis manos sudan de nervios,  como los caballos corren dentro de mí.
A tu lado comprendí que no se necesita morir para volver a vivir, aprendí el significado de una caricia o un fuerte abrazo, aprendí que también el silencio está lleno de palabras, aprendí que es necesario decir “adiós” para dar la bienvenida con un nuevo “hola!”
¡Bienvenido a mi corazón! Perdón por el desorden, el último visitante no fue muy cuidadoso.


Por: Anabella Mangas S.