miércoles, 30 de noviembre de 2011

De las integradoras a los parciales...

Allá por marzo no me imaginaba diciendo: Ultimo año, último recreo, último día de clases, última integradora.  Tampoco quería pensarlo mucho, quería que mi último año fuera disfrutado al máximo.  Y así fue, entre las idas y venidas, entre lágrimas y sonrisas, hoy se termina.
                Se cierra un ciclo, cambia el piso. Cambia todo: Ya la secundaria quedo atrás, terminaste tu último año para arrancar de nuevo pero en otro nivel.
Cambias integradora por parcial o final, incluso oral. Los recreos se ven reducidos y ya las noches de miércoles se ven complicadas para decir: '¿Salimos?'.
Cuantas obligaciones se vuelcan a una vida de golpe, cuantas decisiones que hay que tomar, cuantas elecciones de las cuales traerán sus respectivas consecuencias. Sin embargo, hoy sentís melancolía. Estas tan diferente, estas tan pensativo. No te querés sacar el guardapolvo al llegar a tu casa, y no porque sea cómodo o porque te guste usarlo, si no porque no querés que llegue el día de tener que guardarlo en un cajón y emocionarte sabiendo que ya quedo atrás y en un años será motivo de recuerdos. Te negás a estudiar, te revelas y te llevas mas materias que nunca a diciembre solo porque es una manera (no muy favorable) de irte desprendiendo poco a poco de tu segunda casa durante 3 años. Recuerdos, recuerdos que van a quedar tan grabados. Recuerdos inolvidables que ahora mismo hace que se te piante el lagrimón. Todo indica que ya estamos en las últimas. Los más organizados ya hablan de que están inscriptos en la materia que siempre quisieron, otros dudan de su futuro incierto del año que viene.
Tantas charlas, tanto murmullo 'nuevo'. Nunca nos habíamos escuchado hablando de que depararía nuestro futuro o que haríamos el resto de nuestras vidas, si total, tomar esas decisiones aun nos era lejano. Entre tristezas y alegrías, entre peleas y reencuentros, entre amistades encontradas y otras perdidas... Hoy… Se termina el secundario.
Se termina el secundario y se abre la puerta grande, viene una ráfaga de viento que te invita a volar, a independizarte. Poco a poco, tomas vuelo y ya estas imaginando tu nuevo nido, ese que va a dejar atrás el 'vivir con papá y mamá'.
Te visualizas a vos mismo manejándote por la vida como desde muy chico soñaste. Y ese sueño que siempre anhelaste, hoy te asusta. Te paraliza el cambio, ese mismo que siempre quisiste. Después de un tiempo te tranquilizas, y te consolas con '¿y que mas hay por hacer? SE TERMINA Y PUNTO.' Ahí es donde vas en búsqueda de un objetivo que te aliente para seguir ese sueño que el miedo casi apaga. Después de una intensa búsqueda y de varias angustias, encentras ese motor que hará que tu vida tome el camino que elijas. Ahora hay decidir si te vas de tu ciudad natal o si te quedas. Todo una decisión cargada de varios interrogantes aterradores: ¿A dónde? ¿Con quién? ¿Solo/a? 'No conozco a nadie...' 'No me conozco ni las calles...'
NUEVOS MIEDOS. NUEVOS OBSTACULOS. Tantas preguntas...
Poco a poco, le vas tomando el gustito al asunto y optas por disfrutar lo que queda al máximo, como te prometiste en un principio e ir el año que viene en búsqueda de nuevas sensaciones, amistades, encuentros, caminos. Todo nuevo, todo un cambio...
SofíRomano

No hay comentarios:

Publicar un comentario